El límite de los sueños by Alejandra González

El límite de los sueños by Alejandra González

autor:Alejandra González
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico, Novela
publicado: 2015-11-16T23:00:00+00:00


La historia que relató Olivia me llegó directa al corazón, Alec había estado prometido obligado por su malvada madre y yo enfadándome con él por cogerme del brazo para evitar que ese hombre me contase la historia a su manera. Mi mente solo estaba única y exclusivamente pensando en Alec, en cómo estaría, si me perdonaría algún día todo lo que le había dicho y el mal rato que le hice pasar. Olivia me zarandeó agarrándome por los hombros para que reaccionara.

—Mel, ¿estás bien? —me preguntó—. Estas muy pálida.

—S… sí, es que me ha sorprendido mucho todo esto, por nada del mundo me hubiese imaginado que ese hombre misterioso fuese Alec. Oye, ¿y dónde está Adriana?

—Vive con su madre.

—¿Cómo puede vivir con ella después de lo que pasó? —pregunté ingenua.

—Adriana no sabe nada de la amenaza de su madre hacia Alec. Después de todo esto, Alec solicitó la lectura del testamento de su padre, que se había aplazado, ya que él sabía que su padre se lo había dejado todo a su primogénito y no quería dejar a su madre sin nada por muy mal que se llevase con ella. Pero cuando consiguió quitarse a Sofía de encima, necesitaba algo para que su madre no pagase su enfado con su hermana. Así que, aceptó la herencia de su padre, la diferencia de antes de adquirirla fue una gran suma de dinero, porque él ya se encargaba de la empresa familiar antes de que su padre muriera. Con la herencia en su poder, su madre no tenía derecho a nada, dependía de él para llevar la vida de reina que llevaba hasta ese momento, y Adriana necesitaba un hogar, aunque la figura materna no fuera la más indicada, pero no dejaba de ser su madre. La verdad es que no les falta de nada, pero Carolina, la madre de Alec, sabe que si algún día hace algo fuera de lugar, Alec la corta el grifo —explicó muy orgullosa de su amigo.

—Olivia te agradezco muchísimo que hayas sido sincera conmigo y también que hayas tenido el valor para contarme esta historia.

—Ahora llega lo difícil… te pido que no le cuentes nada de esta conversación a Alec.

—Pero… necesito hablarlo con él, para que sepa que lo sé y que le apoyo.

—Melinda, por favor, sé que él te lo va a contar tarde o temprano y estoy segura de que le gustará que lo sepas por él. Te lo he contado para que no le juzgues precipitadamente. Le puedes decir que te he contado que Jesús era mi novio y que él me ayudó a quitármelo de encima pero de lo demás…

—Vaaaale, tu secreto está a salvo conmigo, y gracias otra vez por confiar en mí. —Me levanté y la abracé con cariño.

—Sé que mi secreto está a salvo, desde que te conocí me has transmitido confianza. — me apretó muy fuerte contra su cuerpo—. Necesitaba contarle esto a alguien porque después de tanto tiempo…

—¿No se lo habías contado a nadie? —pregunté asombrada.

—No, y lo que he visto cuando Alec te mira tampoco lo había visto antes, creo que eres especial para él.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.